Miu, miu, miu. Tres sonidos que de primeras puede
querer decir muchas cosas o ninguna.
Pongámonos en situación; Al final del día, tumbado en el
sofá, intentado concentrarte en lo que quiera que pongan en la tele para
desconectar del duro día de trabajo. De fondo suena una vocecita casi
imperceptible, pero alcanzas a oír palabras sueltas. El niño, el carrito, 600
euros, maxi cosi, armario para la ropita, etc. Afortunadamente tengo una
técnica muy depurada con la que consigo analizar, catalogar y, si fuese
necesario olvidar inmediatamente, cualquier conversación conforme va llegando a
mis oídos. Básicamente es por propia supervivencia. Yo lo llamo técnica del
descarte. Aunque en muchas ocasiones me acarrea discusiones de pareja. Pero
bueno esa es otra historia que cualquier día contaré.
Lo cierto es que en
medio de toda esa vorágine de ruidos son esos tres monosílabos los que hicieron
saltar todas las alarmas.
Pueden parecer pocos datos para alguien profano en el mundo
gatuno. Pero para alguien que tiene el oído educado o que está curtido en mil situaciones, como
es mi caso, ya en el primer "miu" se teme lo peor. En el segundo confirma que
verdaderamente ha oído un maullido, que por el tono y el volumen son de recién
nacidos y que están en el patio. En ese instante le vienen a la mente una serie de
recuerdos atropellados y aparentemente sin sentido, pero que si los alineas uno
detrás del otro y los encuadras en una línea temporal, se empiezan aclarar las
ideas y a darte una percepción aproximada
de lo que verdaderamente está pasando. El tercer "miu" no hace sino
confirmar lo inevitable. Que la gata, esa misma que cuando salías al patio la veías saltar
desde la hamaca donde toma el sol a la valla no sin antes dedicándote un gruñido, y que en las últimas
semanas había engordado tanto que parecía que en uno de los saltos, en vez de
parir los gatos los iba a vomitar. Había decidido, como parte de su VENDETTA personal,
traer a sus crías y colocarlas donde le pareció más oportuno, ENCIMA DEL JAZMÍN
Así todo y con motivo de la Feria de Sevilla en el patio de
casa, sin el permiso de la autoridad e independientemente de que el tiempo lo
impida o no, se lidiará 6 gatos 6 de la misma ganadería para los primeros
espadas Guanito el oreja fina y Mariquilla
la Revuelo que NO irán acompañados de sus correspondientes cuadrillas de
banderilleros y picadores. El festejo dará comienzo inmediatamente y estará
amenizada por la banda municipal de maullidos nocturno.