Que bonito es vivir en el campo 28/12/12


Hay muchas situaciones en las que me alegro de vivir en el campo. la tranquilidad que se respira a todas horas del día, que siempre encuentras aparcamiento, que puede poner la tele a todo volumen sin preocuparte de molestar a los vecinos, que puedes salir a coger espárragos cuando quieras sin necesidad de coger el coche para nada, la pureza del aire que se respira, los ruidos que no escuchas por la noche a la hora de dormir.

Pero si hay algo que sí me da un coraje terrible es que una día,UN DÍA!, cuando menos te lo esperas y sin avisar, aunque dos días antes hayas visto en la tele la gente bañándose en la playa el día de Navidad. O que el día anterior lo hayas pasado entero en mangas de camisa y con 20 grados. Ese día, ESE FATÍDICO DÍA!, te levantas por la mañana. tarde por supuesto, porque todo el mundo sabe que con la noches frías se da un fenómeno conocido como "que se te peguen las sábanas por la mañana" y que es inversamente proporcional a la temperatura ambiente que hay en la calle. Aunque tengas calefacción, es inevitable, a menor temperatura exterior más remolón se hace el tío en la cama. 


Bueno a lo que voy, que al subirte al coche te encuentras con que el cristal tiene una capa de hielo de las que necesitan martillo, cincel o incluso una "hilti" de perforación para quitarla. Y no me valen los remedios caseros de resfregarle una patata la noche anterior por el cristal, porque ya lo he intentado y no funciona. Así que lo único que te queda es poner el parabrisas y aprovechar el casi 500 metros de carril que tengo hasta llegar a la carretera, para que la brisita junto con los movimientos de vaivén del parabrisas ablanden las costra de barro e hielo que tengo en el cristal. Claro que  para ver algo tengo que sacar la cabeza por la ventanilla, con las gafas de sol puestas y a lo Ace Ventura. Pero cuando le das al agua del parabrisas, que previamente has mezclado con cristasol para que sea más efectiva, ¿Donde creéis que va a parar toda el agua-cristasol-barro-hielo-mosquitos congelados?  Pues sí, a mi cara. Y sí amigos, ahí estaba yo, con mis gafas de sol puestas en medio de la nada y con la cara llena de mosquitos congelados y de un hielo de color indescriptible, además de un dolor insoportable por el frío.

¿Que porqué os cuento esto?. Para que si ha alguien se le ocurre gastarme una broma hoy, aprovechando que el el día de los inocentes, no se extrañe si lo mando directamente a la mierda.


AVISADOS QUEDAIS!!!!

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