Hay muchas situaciones en las que me alegro de
vivir en el campo. la tranquilidad que se respira a todas horas del
día, que siempre encuentras aparcamiento, que puede poner la tele a todo
volumen sin preocuparte de molestar a los vecinos, que
puedes salir a coger espárragos cuando quieras sin necesidad de coger
el coche para nada, la pureza del aire que se respira, los ruidos que no
escuchas por la noche a la hora de dormir.
Pero si hay algo que sí
me da un coraje terrible es que una día,UN DÍA!, cuando menos te lo
esperas y sin avisar, aunque dos días antes hayas visto en la tele la
gente bañándose en la playa el día de Navidad. O que el día anterior lo
hayas pasado entero en mangas de camisa y con 20 grados. Ese día, ESE FATÍDICO DÍA!, te levantas por la mañana. tarde por supuesto, porque todo
el mundo sabe que con la noches frías se da un fenómeno conocido como
"que se te peguen las sábanas por la mañana" y que es inversamente
proporcional a la temperatura ambiente que hay en la calle. Aunque tengas
calefacción, es inevitable, a menor temperatura exterior más remolón se
hace el tío en la cama.
Bueno a lo que voy, que al subirte al coche te
encuentras con que el cristal tiene una capa de hielo de las que
necesitan martillo, cincel o incluso una "hilti" de perforación para
quitarla. Y no me valen los remedios caseros de resfregarle una patata
la noche anterior por el cristal, porque ya lo he intentado y no
funciona. Así que lo único que te queda es poner el parabrisas y
aprovechar el casi 500 metros de carril que tengo hasta llegar a la
carretera, para que la brisita junto con los movimientos de vaivén del
parabrisas ablanden las costra de barro e hielo que tengo en el cristal. Claro que para ver algo tengo que sacar la cabeza por la ventanilla,
con las gafas de sol puestas y a lo Ace Ventura. Pero cuando le
das al agua del parabrisas, que previamente has mezclado con cristasol
para que sea más efectiva, ¿Donde creéis que va a parar toda el
agua-cristasol-barro-hielo-mosquitos congelados? Pues sí, a mi cara. Y
sí amigos, ahí estaba yo, con mis gafas de sol puestas en medio de la
nada y con la cara llena de mosquitos congelados y de un hielo de color
indescriptible, además de un dolor insoportable por el frío.
¿Que porqué os cuento esto?. Para que si ha alguien se le ocurre
gastarme una broma hoy, aprovechando que el el día de los inocentes, no
se extrañe si lo mando directamente a la mierda.
AVISADOS QUEDAIS!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario