A la cama que mañana hay que madrugar 13/03/13

Te levantas del sofá, apagas la tele y la luz del salón y entras en la habitación descalzo a oscuras para no despertarla. pisas al perro, le pegas una patada a la gata y con el móvil en alto y daldole a la tecla (cancelar cancelar cancelar) consigues ver algo durante unas décimas de segundos, pero en el momento en el que se apaga el móvil, la cama decide de motu proprio moverse y colocarse delante de ti, solo lo justo para que que le des una patada con el dedo meñique. Te tapas la boca con una mano y con la otra vuelves a marcar en el móvil (cancelar cancelar cancelar).
Cuando por fin consigues reponerte y secarte las lágrimas, te metes en la cama y con mucho cuidado te tapas hasta la nariz. Pero en ese preciso instante ella enciende la luz y se levanta como si de extra de "The Walking Dead" se tratara y te dice -Ya te vale- A estas alturas solo puedes tragar saliva y morder las sabanas con todas tu fuerzas.
Pero es justo cuando ya ha vuelto, se ha tapado y ha apagado la luz cuando escuchas el "clank" del termostato de la estufa que te has dejado encendida en el salón. Con lo que te levantas y vuelves a empezar de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario